Gran parte de los efectos que provoca la heroína en el cerebro se debe a uno de sus compuestos, la 6-acetilmorfina, y lo que hace esta vacuna es crear anticuerpos que lo neutralizan impidiendo que llegue al sistema nervioso.
Los investigadores probaron la vacuna con ratones entrenados para presionar una palanca y recibir una dosis de heroína. Pero, al cabo de un tiempo, dejaron de recibir su dosis de droga aunque la presionasen. A la mitad de ellos se les administró la vacuna y al resto no, y al cabo de varios días de tratamiento, se les volvió a dar una dosis de droga. El resultado fue que los que no habían recibido vacuna, volvieron a presionar la palanca de forma compulsiva, mientras que los del primer grupo no lo hicieron.
Posteriormente, a las cobayas más adictas se las obligó a guardar un mes de abstinencia, durante el cual una parte de ellas recibió la vacuna. Y lo que ocurrió fue que las ratas que no fueron vacunadas retomaron su adicción, mientras que el resto no lo hizo.
Otra buena noticia es que los efectos de la vacuna parecen mantenerse en el tiempo, al menos durante un período de ocho meses. Falta, por tanto, ver como funcionará esta terapia en el ser humano pero, los resultados obtenidos hasta ahora son realmente esperanzadores.