Al margen de todos los abusos a los que nos someten como clientes, algo de lo que ya hemos hablado largo y tendido, algunas de las operadoras de telefonía más grandes han comenzado un juego en el que, si no sabemos jugar, podemos salir bastante perjudicados. Un juego en el que la mejor oferta del mundo se puede convertir en nuestra peor pesadilla, y todo por no seguir una serie de consejos básicos.
4 consejos para no perder en el peligroso juego de las operadoras de telefonía
Jun 8th 2017, 07:07, by Adrián Fariñas
A continuación, te daré cuatro consejos que, personalmente, me están funcionando bien a la hora de lidiar con nuestras queridas operadoras. ¡Vamos allá!
No seas un ignorante
Suele ocurrir que, cuando un comercial va a vender a un domicilio, o cuando lo hace por teléfono, coge desprevenido al posible cliente. En el momento en el que se abre la puerta o se descuelga el teléfono, el comercial ya sabe que tiene un cliente potencial entre manos, y comienza a desplegar todas sus tácticas de venta.
Aquí comienza la ronda de preguntas, aunque es habitual que el comercial ya tenga las respuestas a todas o casi todas, pues la operadora para la que trabaja ya es dueña de todos los datos que necesita.
Una vez finalizadas las preguntas, y siempre y cuando no le hayamos colgado el teléfono o cerrado la puerta en las narices al pobre comercial, comenzará la segunda fase, que no es otra que la de ofrecernos la tarifa que mejor se adapta a nuestras necesidades. O la que nos dice él que mejor se adapta a nuestras necesidades.
Aquí es cuando debo recalcar que es necesario informarse previamente antes de aceptar nada, por buena que nos parezca la oferta. El comercial siempre va a intentar vendérnoslo lo más bonito posible, como es lógico, pues es su trabajo, y mientras que no mienta, está en su legítimo derecho de hacerlo. También intentará hacerlo rápido, para que no pienses demasiado en los posibles inconvenientes.
El problema viene precisamente cuando aceptamos porque simplemente nos ha parecido que hemos conseguido una buena oferta. Cuando nos dicen que vamos a pagar “5 euros menos al mes, y vamos a tener 5467865 GB más en el móvil”, es ciertamente tentador.
Los comerciales suelen jugar con ese “más por menos”, porque es cierto, muchas veces nos ofrecen una oferta bastante mejor que la que tenemos ahora mismo. Esta estrategia es más habitual cuando lo que intentan vendernos son los packs convergentes. Es decir, packs en los que se incluye de todo, hasta servicios que posiblemente no vayamos a utilizar jamás.
En ese momento pasamos del “más por menos”, al “todo por menos”. Porque claro, “no puedes no tenerlo todo”, como diría el bueno de Matías Prats.
Sin embargo, aunque nos parezca un precio irrechazable, debemos detenernos y estudiar la situación, y esto va mucho más allá de hacer una simple comparación de precio. Te lo explico en el siguiente punto.
Nunca contrates más de lo que necesitas
Una de las partes fundamentales a la hora de informarse es saber exactamente lo que necesitamos y lo que queremos. Y la mejor forma de saberlo, es revisando nuestras facturas anteriores. Es suficiente con coger las de los últimos 3 o 4 meses. Gracias a estas facturas, podremos saber con exactitud cuánto solemos llamar, y cuántos datos solemos gastar.
De esta manera, podremos calcular una media, o incluso tirar por lo alto y atender solo al mes que más hemos gastado, y a partir de ahí, deducir cuántos minutos y GB nos conviene tener cada mes.
¿Por qué es importante saber exactamente lo que necesitamos? Porque contratar más de lo que realmente vamos a usar, a la larga nos va a salir mucho más caro, a pesar de que en el momento en el que nos lo ofrezcan nos salga mucho mejor de precio.
Salvando las diferencias, ocurre algo similar con los móviles de venta a plazos, de los que ya hemos hablado en su momento. Muchas veces nos compramos a través de operadora móviles a los que no les vamos a sacar partido, y eso, evidentemente, se nota en la factura a final de mes.
Volvamos al comercial y al cliente potencial de antes. Bien, ya nos ha contado la oferta, ya nos ha dejado claro que vamos a tener más por menos o incluso todo por menos, y estamos decididos a firmar. Sin embargo, todavía tenemos una duda, y le preguntamos: “¿Pero esta oferta es para siempre?”
Evidentemente, la respuesta es NO.
Cuidado con las ofertas temporales
Sobre todo desde hace unos 3 o 4 años hacia aquí, han crecido las ofertas temporales, que las operadoras aplican a discreción para conseguir clientes rápidamente, y tener así un flujo constante que compense las salidas. Las reglas del juego han cambiado. Si bien antes la gran preocupación era la fidelidad del cliente, ahora eso es totalmente secundario.
Lo importante para ellas ahora es que ese flujo no se detenga, por lo que no importa si un cliente se va, si en su lugar llega otro. De ahí que ya casi ninguna operadora haga ofertas de retención. En la actualidad, lo más habitual es que estas ofertas duren medio año, y es justo después de esos seis meses cuando llega la triste realidad para muchos clientes.
Cuando finalmente contratamos aquél “ofertón” tras una dura negociación, todo era alegría: cuatro líneas móviles –solo necesitábamos dos pero es que las otras dos nos las “regalaban”–, fibra simétrica de 300 megas con la que nos vamos a enterar antes que nadie de lo que pasa en Facebook, tele con series, pelis y 300 canales para hacer zapping como dios manda, y ya que estamos, metemos también el fútbol, las motos, la fórmula, y algún que otro deporte más que no vamos a ver en la vida. Total, no sube mucho el precio.
Nos salía barato hasta el punto de restregárselo a nuestro cuñado por la cara cada vez que teníamos oportunidad, alardeando de nuestras magníficas dotes para la negociación, Pero la alegría duró poco, y al cabo de seis meses, ese “ofertón” se convertiría en un monstruo que ha aumentado un 20% su precio y en algunos incluso un 50% o más. ¿Y ahora qué hacemos?
Aprovéchate de las ofertas temporales
De igual forma que te digo que tengas cuidado con las ofertas temporales, también te digo que te aproveches de ellas. Como decía, lo que quieren ahora las operadoras es no parar de firmar portabilidades. Así que para no salir perdiendo –ganarles es imposible, pero sí es posible al menos minimizar su frivolidad–, te toca cambiar de operadora cada seis meses. O al menos renegociar las condiciones con tu operadora actual, antes de que te apliquen la subida.
Te recomendamos: Cómo saber si me queda permanencia en mi operadora
Si hay una parte buena en esto de las ofertas temporales es que no están acogidas a permanencia, siempre y cuando no compremos a la operadora un smartphone u otro dispositivo. Por ello, nosotros también tenemos la posibilidad de jugar, y elegir cada seis meses qué oferta queremos y con quién queremos estar.
Así es el ciclo de las operadoras en la actualidad. Si quieren jugar, juguemos.
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Daniel Bueno Gonzalez |