Un equipo internacional de científicos ha sido el primero en investigar una extraña especie animal nunca antes estudiada, una criatura parecida a un gusano gigante, negro y que vive en el fango. Este ser no parece necesitar comer mucho, ya que obtiene su energía vital a partir esencialmente de una forma del azufre, a juzgar por los descubrimientos que han hecho los científicos del citado equipo, de la Universidad de Utah y de otras de dentro o fuera de Estados Unidos.
Un extraño animal que apenas necesita comer Apr 19th 2017, 05:15
Hace siglos que se sabe la existencia de esta criatura. La concha, parecida a un colmillo, de 1 a casi 2 metros de largo que recubre al animal fue documentada por vez primera en el siglo XVIII. Dichas conchas son relativamente comunes, pero no se había logrado hasta ahora acceder a un ejemplar de la criatura que habita en su interior.
El hábitat preferido del animal no estaba claro, pero el equipo de Margo Haygood y Daniel Distel obtuvo una pista crucial de manera casual, cuando uno de sus colaboradores compartió con los miembros del equipo un documental que se emitió en la televisión filipina. El video mostraba a las extrañas criaturas plantadas, como si fueran zanahorias, en el fango de un lago poco profundo. Siguiendo esta pista, los científicos prepararon una expedición y encontraron especímenes vivos de la especie, llamada Kuphus polythalamia
Con un ejemplar vivo finalmente disponible, el equipo de investigación se reunió alrededor de Distel mientras este limpiaba cuidadosamente el pegajoso fango adherido al exterior de la gigantesca concha del animal y abría una sección de esta, revelando la criatura que vive dentro.
“Quedé sobrecogido cuando vi por primera vez la gran inmensidad de este extraño animal”, confiesa Marvin Altamia, investigador en el Instituto de Ciencias Marinas de la Universidad de las Filipinas.
Aspecto del "gusano gigante" tras la retirada de su concha. (Foto: Marvin Altamia)
Dado que el animal nunca había sido estudiado de forma rigurosa, poco se sabía sobre su ciclo de vida, su hábitat o su biología. Los autores del nuevo estudio sospechaban que el animal sería muy distinto de otros de su categoría. Su inspección directa ha permitido confirmarlo.
Otros animales de este tipo escarban en la madera de los árboles que han ido a parar al océano, ingiriéndola y digiriéndola con la ayuda de bacterias. A diferencia de sus primos evolutivos, el Kuphus vive en el fango. También utiliza las bacterias para obtener su alimento, pero de forma distinta.
El Kuphus vive en un lugar bastante maloliente. El fango, rico en materia orgánica, alrededor de su hábitat emite sulfuro de hidrógeno, un gas derivado del azufre, que posee el olor que suele identificarse como el de los huevos podridos. Este entorno es nocivo para nosotros, pero resulta una despensa magnífica para el animal.
Sin embargo, la despensa es indirecta, ya que los miembros de esta especie no comen, o si lo hacen, es muy poco. Subsisten mayormente gracias a bacterias beneficiosas que viven en sus branquias y que producen alimento para ellos. Estas bacterias usan el sulfuro de hidrógeno como fuente de energía con la que producir carbono orgánico que alimenta al "gusano gigante". Este proceso es similar a la forma en que las plantas usan la energía del Sol durante la fotosíntesis para obtener compuestos simples de carbono a partir del dióxido de carbono presente en el aire. Como resultado de ello, muchos de los órganos digestivos internos del Kuphus se han encogido por falta de uso.
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Daniel Bueno Gonzalez |
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